Verano con un bebé: ¿Cuándo hace demasiado calor para tu pequeño?

Si el verano es una de sus estaciones favoritas del año, es probable que haya planeado un montón de actividades divertidas al aire libre y que haya señalado algunos destinos de playa interesantes a los que viajar. Si es padre de un recién nacido, sus planes no tienen por qué cambiar por completo para adaptarse a sus nuevas responsabilidades. Si investiga bien y afronta la temporada preparada, seguro que podrá disfrutar de todos los días de sol y mantener a su bebé cómodo y seguro al mismo tiempo.

Una preocupación habitual de los padres primerizos durante los días calurosos es la forma en que las altas temperaturas afectan al estado de salud y al humor del bebé. A diferencia de los adultos, los bebés no tienen el privilegio de poder hablar por sí mismos y hacerte saber si necesitan refrescarse. Entonces, ¿qué señales podemos utilizar para saber si nuestro pequeño está pasando calor y qué podemos hacer para que se sienta mejor?

En este artículo, analizaremos las formas en que las temperaturas cálidas influyen en los niños pequeños, compartiremos contigo algunos consejos útiles para saber si tu bebé tiene demasiado calor y te daremos soluciones que puedes poner en práctica. 

¿Cómo influye el calor en tu bebé?

Para empezar, antes de intentar solucionar el problema conviene saber de qué se trata.

¿Es peligroso el calor para los bebés? ¿Cuáles son los efectos negativos después de todo?

La respuesta corta es Sí, el calor puede ser realmente amenazador para tu pequeño. Aparte de hacer que tu bebé se sienta extremadamente incómodo y, a menudo, irritado, el calor puede provocar un sarpullido por calor, un ciclo de sueño alterado o incluso el SMSL, también conocido como muerte súbita del lactante. Esto suena muy preocupante, pero puede prevenirse fácilmente. De hecho, la mayoría de los casos de SMSL se han registrado durante los meses fríos, cuando los padres tienden a vestir a sus bebés con demasiadas capas de ropa para asegurarse de que estén protegidos y abrigados. 

En cambio, esto puede tener un efecto negativo y conducir a situaciones peligrosas. Por el contrario, durante el periodo estival, es natural que la mayoría de los padres intenten refrescar la temperatura de su pequeño, evitando el riesgo.

Estas son algunas de las principales formas en que el calor puede afectar a tu pequeño:

• Malestar e irritación
• Piel pálida
• Enrojecimiento 
• Estado de ánimo somnoliento
• Piel, boca y ojos secos
• Erupción por calor
• Sueño irregular 
• Muerte infantil durante el sueño

¿Cuál es la temperatura corporal adecuada para un bebé?

Ten en cuenta que la temperatura corporal normal de un bebé es de 36,4 grados Celsius o 97,5 grados Fahrenheit. Es aconsejable que vigiles la temperatura de tu bebé al menos hasta que te sientas lo bastante cómoda para leer con precisión las señales que da. 

Además de utilizar un termómetro, puedes comprobar la temperatura de tu pequeño revisando la piel de sus orejas y cuello. Si notas enrojecimiento o sudoración en estas zonas, lo más probable es que tu bebé tenga demasiado calor. 

¿Cómo puede saber si su bebé se sobrecalienta?

Hay algunos signos inequívocos que te indicarán con certeza si tu pequeño se está sobrecalentando. Ya hemos mencionado algunos de ellos, pero merece la pena entrar en más detalles para ver cómo podemos detectar el problema cuando surge por primera vez. De este modo, podrás minimizar el riesgo y tomar medidas a tiempo para evitar cualquier problema a largo plazo. 

Para empezar, si tu bebé tiene dificultades para soportar una temperatura demasiado cálida para él, su la piel estará más caliente de lo normal al tocarla. Es aconsejable revisar siempre la piel del bebé durante los meses de verano, sobre todo cuando vaya a la playa o esté al aire libre bajo el sol. 

En aumento de los latidos del corazón del bebé también puede ser una señal de que tienen demasiado calor y su cuerpo experimenta dificultades para funcionar con normalidad a esta temperatura. Esta es una de las señales seguras de que necesitas disminuir la temperatura de tu bebé, ya sea ajustando la temperatura del ambiente que lo rodea o utilizando otros métodos como el agua para hidratarlo. 

Si tu pequeño tiene fiebre pero no hay signos de sudoraciónse están sobrecalentando. Vómitos también puede significar que la temperatura es demasiado alta para tu pequeño. Sin embargo, los vómitos, en particular, pueden deberse a muchos otros motivos y, si no estás segura de que éste sea el motivo del malestar o notas algo fuera de lo normal, deberías hablar con un médico u otro profesional de la medicina que pueda aconsejarte y orientarte sobre los pasos a seguir.

Observar comportamientos como mareos o confusión es otra señal de que necesitas ajustar la temperatura y proteger a tu pequeño. 

¿Qué puedes hacer para que tu bebé se sienta más cómodo cuando hace calor?

Como padres, no hace falta decir que la prioridad número uno es hacer siempre todo lo posible para proteger a nuestro pequeño, mantenerlo seguro, sano y feliz. Sin embargo, en nuestro intento por conseguirlo, existe la posibilidad de que nos excedamos en nuestros esfuerzos y, a veces, causemos daño en lugar de un resultado positivo. 

Tratar con un bebé que se sobrecalienta no es una excepción. Es aconsejable tener preparadas de antemano algunas soluciones para asegurarse de poder reaccionar rápidamente y sin vacilar. Hay muchas cosas que puedes hacer, tanto dentro como fuera de casa, así que empecemos con tu lista de soluciones.

Elige bien la ropa

Independientemente de que sea verano o invierno, la elección de la ropa del bebé es sumamente importante. Si te dispones a pasar algún tiempo con tu pequeño dentro de casa, en el centro comercial o en la oficina, elige ropa holgada y apuesta por materiales naturales, como el algodón, capaces de soportar la transpiración. Las fibras sintéticas no son la mejor opción, ya que pueden provocar sudoración e incomodidad en un ambiente cálido. 

Si esperas pasar algún tiempo bajo el sol, recuerda que los colores claros alejan los rayos solares, mientras que los oscuros los absorben. Viste a tu bebé con una camiseta informal de algodón y un pantalón corto, pero lleva siempre unas cuantas capas más en la mochila. Ten en cuenta que, aunque no sientas el sol directamente bajo las nubes en un día más gris, los rayos solares pueden seguir siendo bastante fuertes para la piel sensible y pura de tu bebé. Procura mantenerlos a la sombra la mayor parte del tiempo o utiliza crema solar para protegerlos.

Utiliza el portabebés adecuado

¿Sabías que hay mochilas porta bebé que han sido diseñadas específicamente para adaptarse a las necesidades de los padres durante la época estival? El material de tu mochila porta bebé es un factor fundamental que dictará si tu pequeño estará cómodo o no durante los días calurosos. Opta por un portabebés fabricado con nailon ligero para asegurarte de que el material es suave y mantendrá a tu bebé fresco y tranquilo durante tus paseos a lo largo del día. 

El agua es esencial

Mantenerse hidratado es imprescindible en cualquier época del año, tanto para adultos como para niños. Sin embargo, teniendo en cuenta que los bebés no tienen la capacidad de hablar por sí mismos ni de controlar la frecuencia con la que beben agua, es tu responsabilidad como padre vigilar su ingesta de agua durante sus primeros años de vida. Durante el verano es natural que tu bebé sude o pierda agua a través de la transpiración. Ya hemos hablado de los signos que revelan que tu pequeño tiene demasiado calor. 

Si detectas alguno de estos signos, considera que tu bebé está deshidratado y asegúrate de reponer los líquidos perdidos. Si tu bebé tiene menos de seis meses, no podrás hacerlo dándole agua, ya que los bebés de esta edad no pueden ingerir agua directamente. Puedes utilizar una fórmula adicional o asegurar una lactancia extra cuando sea posible. Si tu pequeño ha cumplido seis meses, puedes darle un biberón. 

También puedes refrescarles utilizando un paño húmedo y fresco para limpiarle la frente, las manos y los pies. Cuando tengan edad suficiente para poder meterse en una piscina contigo, ponles un pañal de natación impermeable y combinar la diversión con una forma estupenda de refrescarse. 

Permanecer a la sombra

Por supuesto, una de las formas más seguras de mantener a tu bebé fresco y feliz durante los días calurosos es mantenerlo a la sombra si estás al aire libre o asegurarte de que la temperatura del entorno es adecuada para tu pequeño. 

Esperamos que leyendo este artículo afrontes la temporada estival con más confianza y comodidad. ¡Crea nuevos y duraderos recuerdos con tu bebé y disfruta de todo lo que el verano puede ofrecerte!