El verano ya está aquí y todos estamos tentados de levantarnos y escaparnos a la playa para pasar un día lleno de sol, cócteles y relax. Por fin hemos conseguido sacar algo de tiempo del trabajo, lo hemos planeado todo al detalle pero nos olvidamos de una cosa: ¡ir a la playa con los más pequeños no es tarea fácil!
De hecho, es una verdadera aventura que exige no sólo preparación, sino flexibilidad, una mente rápida y la capacidad de mantenerse concentrado en todo momento mientras se relaja. Parece una batalla difícil de librar, ¿verdad?
Bueno, no hay razón para preocuparse ya que estamos aquí para salvar el día y darle toda la información que necesita para tener el tiempo de su vida en la playa con los niños. Te ayudaremos a organizarte, a hacer la maleta, a prepararte y a estar listo para cualquier cosa que se te presente. Al fin y al cabo, el verano no debe perderse sólo por la incertidumbre o el miedo.
Empecemos.
1. Empezar con una lista
Somos muy aficionados a mantenernos organizados mediante el uso de listas y te sugerimos que lo hagas siempre que vayas a organizar algo nuevo o incluso algo viejo. Utiliza tu teléfono o el anticuado bolígrafo y papel para anotar todo el equipo y los artilugios que vas a necesitar para pasar un rato con los más pequeños en la playa. La buena noticia es que tu lista no tiene que ir a la basura después de cada visita a la playa y puede reutilizarse una y otra vez. Lo más probable es que sólo mejore con el tiempo, a medida que vayas añadiendo nuevos artículos de los que te hayas olvidado antes.
2. No empaques de más
Es probable que sientas la necesidad de llevar todo lo que se te presente. Una tonelada de juguetes puede distraer no sólo a tus hijos sino también a ti. Imagina tener que cuidar de todos estos objetos mientras tu principal prioridad es la seguridad de los más pequeños.
Para evitar el caos, lleva sólo los juguetes favoritos de tus hijos. Deje que elijan uno y que se atengan a él. Verás que los niños tienen preferencias en cuanto a juguetes y suelen decidirse rápidamente cuando se les pide que elijan su juguete favorito con el que quieren jugar en la playa. Puede ser su nuevo pistola para disparar perlas de agua o su nadadores de aire por control remoto.
En cualquier caso, haciendo esto, todos se divertirán más y tú sólo tendrás que preocuparte de traer un juguete a casa.
3. La protección solar es una prioridad absoluta
La protección solar es esencial también para los adultos, pero es habitual que se nos olvide o simplemente optemos por broncearnos sin ninguna protección. Y eso está bien, ya que eres lo suficientemente mayor para tomar tu propia decisión y tu piel es más resistente. Sin embargo, este no es el caso cuando se trata de los más pequeños. Añade la protección solar a tu lista de artículos para llevar a la playa. Es uno de los más obvios pero te sorprenderá lo fácil que es olvidarlo. Lo mejor es utilizar un protector solar en barra, que es más seguro y fácil de aplicar en la cara.
4. Recuerde llevar una sombrilla de playa
Cuando tus hijos pisen la playa por primera vez, lo más probable es que queden hipnotizados por el increíble calor, el sonido de las olas y el suave tacto de los rayos del sol. Sin embargo, ten en cuenta que cuanto más tiempo permanezcan en la playa, más difícil será soportar el calor, sobre todo si has elegido un día y una hora especialmente calurosos.
Para que tus hijos estén seguros y contentos, llévate una sombrilla de playa que te sirva para refugiarte del sol cuando lo necesites. También es el lugar perfecto para echar una siesta o refrescarse. Es un buen recurso para tener en caso de necesidad y realmente no ocupa mucho espacio en el coche.
5. Si es posible, traiga también una silla
Ahora bien, las sillas en la playa son un lujo en la mayoría de los casos. Sin embargo, si has decidido pasar un periodo de tiempo más largo bronceándote, merece la pena que te prepares para estar lo más cómodo posible, sobre todo teniendo en cuenta que vas a estar con los niños.
La silla podría ser útil si estás intentando dar de comer a los niños y necesitas un espacio limpio sin que la arena se interponga. Aunque esto también podría hacerse en la toalla, con un solo movimiento todo podría quedar enterrado en la arena en poco tiempo. La silla está un poco más arriba de la arena y garantiza un nivel extra de seguridad. Además, es ciertamente agradable y reconfortante.
6. Elige bien tus bolsas
Acordarse de llevar todo lo necesario es una cosa. Pero empacar todo para la playa es otra cosa. Es fundamental contar con una bolsa que ofrezca muchos bolsillos y tenga diferentes compartimentos para guardar cosas. Piénsalo: tendrás cosas como crema solar, botellas de agua, llaves, cartera o un libro nadando por tu bolsa. Podrías tardar años en encontrar un objeto si no estás bien organizado.
También es aconsejable llevar una bolsa separada sólo para las toallas, para evitar que se llene todo de arena al final de la aventura playera. Colócalas en algún lugar visible del coche donde no puedas perderlas, ya que serán tu base en la playa en todo momento.
7. Lleva una bolsa grande para la basura
Teniendo en cuenta la cantidad de cosas que vas a utilizar en la playa, es natural que generes mucha basura durante tu estancia. Eso no es malo, siempre que estés preparado para ocuparte de ella y tirar la basura en una zona designada. Para dejar la playa limpia y ordenada cuando te vayas, llévate unas cuantas bolsas de plástico para guardar toda la basura antes de llegar a un lugar donde puedas deshacerte de ella con seguridad.
8. El talco para bebés puede salvarte la vida
Vamos a compartir con usted un pequeño truco. ¿Sabías que el talco para bebés puede utilizarse para mucho más que su propósito original? Por ejemplo, es un truco perfecto para la playa, ya que te ayudará a eliminar la arena fácilmente. Pon una pequeña cantidad en la piel de tu bebé y verás lo fácil que es quitarle la arena sin tener que pasar años luchando para que al final se haga un lío en el coche. Anótalo en tu lista de la playa y recuerda llevarlo siempre contigo.
9. Llegar a la playa lo antes posible
Ahora que le hemos ayudado a empaquetar todo, es el momento de ir a la playa propiamente dicha. El sol es más suave hacia las primeras horas de la mañana y las últimas de la tarde. Si vas a ir a la playa en tu día libre, es mejor que salgas lo antes posible por varias razones.
En primer lugar, como ya se ha mencionado, el sol no será tan fuerte y peligroso, lo que significa que tus pequeños podrán disfrutar de la arena y las olas sin riesgo de quemarse. En segundo lugar, las playas suelen estar menos abarrotadas de gente, lo que ofrece un ambiente más tranquilo para tus pequeños y para ti también. Tendrás más espacio para ti, no te preocupará que tus hijos corran de un lado a otro y derramen arena sobre todos, y todos serán más felices.
10. No olvides mantenerte hidratado
Lleva siempre suficiente agua. Especialmente si tiene previsto visitar una playa sin bares ni restaurantes, depende de usted mantenerse hidratado y proporcionar a sus hijos agua en abundancia. Puede ser imposible acceder a agua potable en el lugar, así que prepárese con antelación y lleve suficiente para todos. Recuerda mantener el agua fresca y, si no tienes el equipo necesario, al menos evita dejarlo al sol.
Puedes jugar con los gustos y añadir diferentes sabores afrutados al agua para hacerla aún más emocionante.
Estás listo para ir a la playa
Ahí lo tenemos: la guía completa para un día de playa con los más pequeños. Si es una de vuestras primeras veces puede resultar estresante pensar en ello, pero no os preocupéis: todos pasamos por ello en algún momento y volvemos vivos. Sólo es cuestión de una buena preparación y organización y descubrirás que la playa puede volver a ser el lugar perfecto para relajarse y conseguir el bronceado con el que has estado soñando.