Hace unos dĆas, tuve el placer de hacer recados sin mis hijos. Los niƱos suelen cooperar bastante cuando salimos. Pero a veces es un lĆo. Colocar al bebĆ© en el asiento del coche. Sacar al bebĆ© de la silla. Y asĆ una y otra vez.
De todos modos, cuando no estoy centrada en mantener vivos a mis hijos, tengo la oportunidad de escuchar a los demƔs y observar a otros niƱos. Y eso es exactamente lo que hice.
Estaba con la mirada perdida mirando los libros en una tienda de descuento cerca de mi casa, y dos niƱos quisieron pasar a mi lado. Ambos niƱos, de las edades aproximadas de mis hijos de 10 y 8 aƱos, se agacharon y pasaron rĆ”pidamente para no obstaculizar mi visión. Mientras lo hacĆan, cada uno dijo: "Disculpe".
DejĆ© lo que estaba haciendo y busquĆ© a su madre. "Disculpe, seƱora", le dije. "Sólo querĆa hacerle saber que tiene dos muy niƱos educados. Lo estĆ”n haciendo bien".
Siempre me ha gustado recibir cumplidos sobre el comportamiento de mis hijos, y pensĆ© que a ella tambiĆ©n le gustarĆa. Entonces, ĀæquĆ© fue ĀæLo estĆ” haciendo bien? ĀæCómo hacer ĀæCómo educar a niƱos educados y respetuosos? He aquĆ algunas maneras de empezar.
1. HƔblales con respeto.
Soy un firme partidario de hablar a los niƱos como si fueran adultos. No me refiero a hablar de polĆtica y religión. Me refiero a que, independientemente de la edad del niƱo, creo que debes utilizar el mismo tono que si estuvieras hablando con un compaƱero.
Cuando hablas con tus compaƱeros, tienes en cuenta sus sentimientos. Nunca le gritarĆas a tu amigo que se diera prisa en el baƱo. Nunca perderĆas los nervios si tu amigo derramara la leche en la mesa.
En lugar de eso, usarĆas el tacto. LlamarĆas a la puerta del baƱo y preguntarĆas: "ĀæEstĆ”s bien?". Te reirĆas con tu amigo para evitarle la vergüenza por la leche.
¿Por qué las palabras que diriges a tus hijos han de ser menos respetuosas que las que usas con tus compañeros? Tus palabras deben servir para guiar a tu hijo, pero nunca para herirle, avergonzarle o faltarle al respeto. Tus hijos aprenderÔn de tu ejemplo,
2. Pregunta antes de tocar.
En mis aƱos de maestra de preescolar, habĆa una regla permanente en mi clase: Hay que preguntar antes de tocar.
Incluso abrazos. En mi clase habĆa muchos abrazos. Por supuesto, los niƱos tenĆan tres aƱos, asĆ que tambiĆ©n habĆa muchos golpes en la cabeza, besos, lametones en la cara y otras caricias fĆsicas.
Pero piensa en esto. QuĆ© harĆas si tu compaƱero de trabajo se te acercara y te dijera: "dame un abrazo". Esa persona no te importaba especialmente y no sentĆas ningĆŗn vĆnculo emocional con ella. Sólo querĆa un abrazo porque le parecĆas gracioso, atractivo o cualquier otra razón arbitraria.
Te sentirĆas incómodo. Afecto forzado tiene ese efecto.
Ahora piense cuĆ”ntas veces usted, abuela, abuelo o tĆa han pedido lo mismo a un niƱo. "Ā”Ven aquĆ y dale un abrazo a la abuela!". ĀæAdivina quĆ©? Hay un 50% de posibilidades de que la pequeƱa Susie no quiera.
EnseƱa a tus hijos a preguntar antes de tocar a otra persona. Al hacerlo, les enseƱarƔ que su cuerpo es suyoy que tienen derecho a decidir quiƩn la toca.
Asà aprenderÔn a respetar el espacio personal y el cuerpo de los demÔs, un respeto que les acompañarÔ durante toda su vida adulta.
3. No cojas tu propia rabieta.
Tengo una hija de tres aƱos que suele ser bastante tranquila. Pero de vez en cuando monta un berrinche que harĆa huir al mismĆsimo diablo.
SolĆa reaccionar. Y por reaccionar, me refiero a cualquiera de las siguientes cosas:
- Ponerla en tiempo fuera
- Quitar los juguetes (lo que significa ponerlos encima de la nevera)
- Decirle que las niƱas grandes no gritan ni pegan, y que las niƱas grandes tampoco se pintan las uƱas.
- Saliendo de la habitación mientras ella seguĆa lloriqueĆ”ndome
- Perdiendo la cabeza
Entonces empecĆ© a escuchar. PensĆ© en el hecho de que cuando I Si mi hija tiene una rabieta, es porque hay algo que me molesta. Mi hija suele ser una niƱa bastante tranquila, se deja llevar por los golpes e incluso es ingeniosa con ellos. AsĆ que cuando empezó a portarse mal, empecĆ© a darme cuenta de que debĆa escucharla.
En lugar de aplicar inmediatamente un castigo por "mal comportamiento", Āæpor quĆ© no escuchas lo que tu hijo intenta decirte? QuizĆ” no querĆa dejar los juguetes en la baƱera porque temĆa que se fueran por el desagüe. QuizĆ” no habĆa terminado de salir porque no se habĆa despedido de su amigo imaginario.
Cuanto mƔs escuches a tu hijo, mƔs te escucharƔ Ʃl a ti. VerƔ que te preocupas por Ʃl como persona y que estƔs de su parte. Poco a poco, el respeto que siente por ti se traducirƔ en su respeto por los demƔs.
4. No hay padres perfectos.
No hay padres perfectos, abuelos, tĆos, cuidadores... quienquiera que seas para un niƱo, no vas a hacerlo todo bien.
Criar niƱos respetuosos no es difĆcil. Tampoco es difĆcil criar niƱos educados, amables, responsables, atentos, reflexivos o positivos. Predicar con el ejemplo es la forma mĆ”s fĆ”cil de inculcar todas y cada una de las cualidades positivas que quieres ver en tu hijo.
Pero eres humano. Vas a devolver un cheque, vas a olvidarte de reciclar. MaldecirÔs en el trÔfico y perderÔs la paciencia con un servicio de atención al cliente deficiente. Eres humano.
Y tus hijos tambiƩn. Ellos tambiƩn cometerƔn errores. No harƔn los deberes y puede que ni siquiera vayan al colegio. InsultarƔn a su hermano y comerƔn demasiados caramelos de Halloween.
Cuando ocurran esas cosas, intenta pararte a pensar. ĀæCómo reaccionarĆas si tu compaƱero de trabajo se dejara su tarea en casa? ReaccionarĆas de forma que demostraras a esa persona que le respetas. PlantĆ©ate una reacción similar la próxima vez que tu hijo cometa un error honesto y humano.