Ser padre o madre por primera vez es una experiencia enriquecedora para la vida, pero también un reto. Tu vida se vuelve extremadamente dinámica y te expones a cosas nuevas cada día. Justo cuando empiezas a pensar que lo tienes todo bajo control, puede que te sorprendas con un nuevo caso que resolver desde un nivel completamente nuevo.
Una de las experiencias más importantes para los padres primerizos es sacar al bebé a pasear por primera vez. Puede que hayas decidido dar un pequeño paseo por el parque para tomar el aire. Puede que hayas decidido que es hora de que tu pequeño visite el centro comercial por primera vez. O puede que vayas a visitar a un amigo y tengas que desplazarte a su casa para el encuentro. Sea cual sea el escenario, tu recién nacido tendrá que salir de casa.
Además de preparar la pañalera con todos los artículos para el bebé que puedas necesitar en tu viaje, hay otra parte importante de la preparación: vestir a tu hijo para las condiciones meteorológicas. Para los padres experimentados, esto es una obviedad. Si ya te has acostumbrado a prever todas las posibles situaciones y a leer claramente las señales de tu pequeño, no tendrás ningún problema para elegir la ropa de tu bebé. Sin embargo, si es la primera vez, es posible que necesites un poco de ayuda y orientación durante el proceso.
Mantener a tu hijo seguro y cómodo
A diferencia de los adultos, los bebés tienen un sistema inmunológico y están más expuestos a resfriarse o a contraer la gripe como consecuencia de una vestimenta inadecuada. Tu pequeño es extremadamente vulnerable, sobre todo durante los primeros años después del nacimiento. Para complicar aún más las cosas, estos son los años en los que la comunicación con tu hijo pequeño se establece principalmente a través del lenguaje corporal. Debes convertirte en un experto en la lectura de las señales para acertar con el mensaje de tu bebé en cuanto a la comodidad de la temperatura.
Los bebés no tienen la capacidad de regular la temperatura corporal. Para mantenerse calientes, necesitan ropa más abrigada, independientemente de la temperatura ambiente. Por eso es fundamental vestir a tu pequeño como corresponde al salir de casa. No sólo es necesario para su salud, sino también para su comodidad. Si el bebé está tranquilo, tú también puedes estarlo.
Cómo saber si tu bebé tiene demasiado calor o demasiado frío
En su intento de proteger a su pequeño, es natural que a veces se exceda. La mayoría de los padres prefieren estar seguros de que su bebé está calentito y se arriesgan a hacerle sentir también caliente. Aumentar demasiado la temperatura no es una buena idea, ya que provoca sudoración, deshidratación y otras molestias o problemas.
La temperatura de tu pequeño debe permanecer siempre entre 36C y 37C en un estado saludable. Si notas que la temperatura de tu bebé sube por encima de los 37C, lo más probable es que tu pequeño se haya abrigado demasiado y tenga demasiado calor. Aunque la capacidad de hablar de los bebés aún no está formada, tienen formas interesantes y creativas de demostrar que no están cómodos con su ropa.
Esté atento a las siguientes señales, que son claras indicaciones de que su bebé tiene demasiado calor:
- Llorar, quejarse o mostrar un comportamiento malhumorado
- Sudando
- Piel enrojecida o cara roja
- Piel más caliente de lo habitual al tocarla
- Cambios en el patrón respiratorio
- A menudo es necesario beber agua
- Intentos de quitarse capas de ropa exterior como chaquetas, sombreros o bufandas
Si notas uno o más de los casos anteriores, vale la pena comprobar si hay alguna capa que pueda quitarse para que tu bebé se refresque.
Por otra parte, los siguientes signos pueden significar que tu bebé tiene demasiado frío:
- Llanto o comportamiento inusual
- Escalofríos en el cuerpo
- Descenso repentino de la temperatura de la piel
- Cara pálida o labios de color azul a morado oscuro
Si detectas una o algunas de las señales anteriores, añade una capa más a la ropa de tu bebé o intenta llevarlo a un lugar más cálido lo antes posible.
Ahora que tenemos lo básico, veamos algunas indicaciones a la hora de vestir a tu pequeño para las diferentes temperaturas.
Cómo vestir a tu bebé cuando hace calor
Puede que supongas que vestir a tu hijo pequeño durante el verano es un juego de niños, pero en realidad el proceso es tan importante y complejo como en invierno. A la hora de vestir a tu bebé en verano o en un día caluroso, aquí tienes algunos consejos que le ayudarán a estar seguro y cómodo.
- Retire las capas adicionales.
Aunque las capas pueden ser ideales para los días más fríos en los que suben las temperaturas, es mejor evitar el riesgo de sobrecalentamiento de tu pequeño con demasiadas capas. Una sola capa debería ser suficiente para que tu bebé se sienta bien.
- Protege siempre la cabeza del bebé.
Los sombreros son un accesorio imprescindible para los días de verano, cuando los rayos del sol son fuertes y la cabeza de tu bebé está expuesta a mucho calor. Elige un gorro con una cobertura extra y un material ligero para mayor comodidad.
- Elige bien los tejidos.
Durante los días calurosos, seguro que quieres alejarte del tejido de lana o de otras alternativas gruesas y pesadas. Elige un material transpirable y de tacto suave para evitar que la piel de tu pequeño se irrite o que sude demasiado. Comprueba regularmente la temperatura de la piel de tu recién nacido para ver si hay cambios repentinos o signos de malestar.
- Elija zapatos o sandalias ligeras.
Puede que tengas la tentación de dejar que tu bebé corra descalzo, pero sus pies deben permanecer protegidos en todo momento. Las sandalias cerradas son una gran opción para los calurosos días de verano, ya que ofrecen un alto nivel de protección y comodidad. De nuevo, asegúrate de que los materiales sean transpirables y, a ser posible, resistentes al agua.
Consejo: Lleva siempre una crema solar con protección UV diseñada específicamente para bebés. La piel de los bebés se ve afectada con extrema facilidad por la luz solar directa y puede sufrir fácilmente una quemadura solar.
Cómo vestir a tu bebé para el frío
Los días de invierno pueden ser bastante duros incluso para los adultos, que controlan su ropa y tienen una mejor regulación de la temperatura corporal que los bebés. ¡Imagina lo estresante que debe ser para los más pequeños! Veamos qué podemos hacer como padres para ayudarles a sentirse felices y cómodos.
- Las capas son un método de vestir fundamental para los niños pequeños.
Piensa en lo que te pondrías durante los temblorosos días de invierno. Lo más probable es que lleves una camisa, un jersey ligero, una chaqueta, unos vaqueros y un par de zapatos. Pues bien, cuando se trata de tu bebé, piensa en una capa extra.
Puedes asegurarte de que tu bebé no pierda calor corporal vistiéndolo con un body de manga larga, una camiseta normal y una sudadera con capucha. Añade unos pantalones elásticos para mayor flexibilidad y ya estás lista para salir. Si esperas pasar mucho tiempo en el frío, puede ser una buena idea considerar el uso de ropa térmica. Mantén los pies de tu bebé calientes con un par de calcetines térmicos y botas de bebé impermeables.
Si el tiempo en su zona es popular por ofrecer días de lluvia, consulte nuestra chubasquero para niños y niñas que puede guardarse en su bolsa de pañales para bebés en todo momento, por si acaso.
- Aprovecha los accesorios de la ropa de invierno.
Mantén siempre un gorro caliente en la cabeza de tu bebé. La cabeza es una de las partes del cuerpo de los más pequeños que debe mantenerse caliente en todo momento. Sobre todo cuando salgan de un lugar cálido y salgan al exterior. El cambio drástico de temperatura o el posible viento pueden influir inmediatamente en la salud de tu bebé.
Añade una bufanda a la ropa de tu pequeño cuando sea necesario para protegerlo del viento o de la congelación en la zona de la cara. Poner una bufanda cerca de la boca y la nariz de tu bebé también evitará que inhale aire frío, que puede ser peligroso para la garganta y los pulmones. Ten cuidado de no poner demasiadas capas alrededor de la cara, ya que puede ser peligroso para su respiración.
- Ten una manta a mano.
Lo más probable es que tu pequeño necesite la calidez y el confort de su ambiente hogareño en cualquier lugar al que vaya durante sus primeros años. Para ayudarles a sentir este calor y garantizar que su temperatura se mantenga constante durante los días más fríos, envuélvelos en su manta favorita mientras están fuera.
Incluso puedes añadir una manta para dormir o un cómodo saco de dormir como capa extra para mantenerlos más calientes.
Aunque te darás cuenta de lo que funciona bien y de lo que hay que cambiar con respecto a la ropa de tu bebé, lo mejor es acertar con la ropa la primera vez. A medida que vayas conociendo mejor las preferencias de tu bebé, sabrás elegir mejor las prendas adecuadas para mantener su temperatura regulada y su estado de ánimo. Puede ser útil hacer una lluvia de ideas y confeccionar una lista de ropa para asegurarte de que has preparado todo lo que puedes necesitar. Esperamos que nuestros consejos sean útiles a la hora de vestir a tu bebé para las diferentes condiciones climáticas y te ayuden a mantener una sonrisa en su cara.